
El Club vuelve a un polideportivo de manera estable | Vuelven los menores de 16 años tras un año parados
Dicen que el deporte no desarrolla el carácter, sino que muestra lo que somos. Y tirando de nuestro carácter, comenzamos una nueva etapa. Volvemos de manera estable a un polideportivo, también con nuestros niños y niñas. Lo hacemos tras muchas zancadillas desde muchos lados. Si alguien pensaba que esto no sería posible, estaba equivocado. En la foto todavía falta más de la mitad de las personas que componen el Club, pero iremos caminando en ir recuperando nuestra actividad normal. No ha sido fácil desde marzo de 2020. Fueron ocho meses sin entrenar al no poder hacer uso de las instalaciones habituales en los centros educativos donde veníamos entrenando, y otros cuatro meses de vaivenes por las restricciones y la falta de horarios en los espacios municipales por la alta demanda. Unido a que los menores de 16 años han estado un año parados. Esto ha sido posible gracias en buena parte a las personas que tiran del carro en los últimos tiempos. Personas que llegaron hace poco, como Miguel Muñoz, y otras que están desde los orígenes del club hace 30 años, como Inmaculada Rojas, José Valentín o Jesús Salazar.
Tras históricamente haber tenido multitud de escuelas, en los últimos años se había vivido en una época venida a menos, en la que además se perdió la oportunidad de seguir entrenando en polideportivo. Un gran problema, sobre todo cuando se compite hasta a nivel nacional. Como autocrítica, tener un polideportivo era algo que se podría haber llevado a cabo hace tiempo. Desde 2017, el Club ha ido mejorando y ampliando nuevamente sus escuelas. Pero llegó el coronavirus y dio al traste con todo. La llegada de la pandemia y sus restricciones nos ha hecho ver que debíamos dar un giro a la situación, en cuanto a instalaciones, y salir de esos meses pasados sin entrenar y sin estabilidad, buscando y consiguiendo una instalación acorde a lo que nuestros deportistas necesitan en estos momentos, en los que todavía hay restricciones. Y como lugar idóneo para desarrollar lo necesario para quienes van a competir por diversos lugares de Andalucía y España, como llevamos haciendo siempre.
Hemos perdido por el camino a deportistas que ya estaban con nosotros y otros que se habían interesado todos estos meses anteriores, que no han sido pocos. Aquí estamos, quizás podemos decir ahora que hemos encontrado la tierra prometida, tras años deseando estar en un polideportivo además de tener escuelas en centros educativos. En la Instalación Deportiva Universitaria La Areté del Campus de Rabanales estaremos como mínimo hasta junio. Deportes de la UCO y Ucodeporte nos han tendido una mano y han tenido a bien acoger a un club de una disciplina minoritaria. Un club con su proyecto deportivo y con unos objetivos formativos y competitivos claros. Por lo que estamos muy agradecidos y contentos de que nuestro club tome aire y siga vivo.
No sabemos qué ocurrirá en septiembre, pero nuestra intención es poder seguir con las escuelas en los centros educativos en los que hemos venido desarrollando nuestra actividad, además de continuar en La Areté. Allí vamos a estar para quien quiera unirse a nosotros, desde la seriedad y el respeto, a los compañeros, a nuestros objetivos y a nuestro deporte. En septiembre esperamos también contar con un grupo para quienes no tienen aspiraciones competitivas y simplemente quieran conocer el bádminton y pasar buenos ratos.
Ha sido un largo camino, duro. No ha sido fácil ver cómo se derrumbaba todo por la pandemia y cómo no había forma de levantarnos, con la pesada losa de no tener un sitio estable para entrenar. Pero nos hemos levantado, por enésima vez. El barco ha sido reflotado por quienes se han quedado. También por quienes han vuelto y están volviendo a su club para sumar. La última en llegar ha sido Elena del Arco, que se une a José Valentín, Jesús Salazar, Inmaculada Rojas y José Manuel Rodríguez. Quien se quiera unir y volver, ya sabe dónde estamos.